Yo no quisiera llorar por ti pero se me saltan las lágrimas. Hoy tengo que sufrir y llorar por tu abandono y aunque sé que la vida va a seguir lo hará sin tu gran talento y buen corazón.
A todos los que tuvimos la gran suerte de conocerte nos queda un inmenso vacío que ninguna melodía nos puede ayudar a olvidarte.
Es difícil para los que nos expresamos con imágenes y música poder decirte lo que significabas para mí, para mis documentales y para los muchos días que compartimos trabajando en esas obras que, hoy si cabe, tienen mucho de ti, de tu gran corazón y de ese arte que daba vida a las historias que realizamos juntos.
En este hermoso proyecto en el que me encuentro contaba con tu arte para dar vida a esas historias de cuarenta y siete millones de refugiados; seguro estoy que no será lo mismo, nos faltará el alma de tu música pero como tú bien decías: “estemos donde estemos siempre seremos”.
Sé que desde ahí arriba me ayudarás a que sigamos disfrutando de tu gran bondad, sé, y te agradezco de todo corazón, que me transmitirás esa energía necesaria para que” Bajo el mismo cielo” sea mi obra totalmente dedicada a ti.
Gracias por tu amistad .